lunes, 27 de diciembre de 2010

zoología fantástica II.

sobre la frustración del gatite:

La frustración del gatite tiene absoluta relación con la inconmensurabilidad de los paradigmas.
Porque aun cuando todo le resulte familiar, el gatite no comprende el paradigma humano. Está completamente incapacitado para hacerlo, simplemente porque él está dentro de otro.
Tal vez por eso, el gatite se puede pasar horas haciendo crucigramas. Sentado con lapicera en mano, la mirada perdida y pensando más allá del juego. Y es que de alguna manera el crucigrama es como una analogía de su vida en sociedad. Al estar rodeado de humanos, el gatite se ve obligado permanentemente a estar  adivinando palabras, otorgar sentido a los fonémas, hacer de las letras algo consistente.

Muchas veces el gatite se siente sólo. Quiere ser comprendido, escuchado con profundidad, sin estar parando en cada punto o coma para explicar qué es lo que quiso decir desde su lenguaje. Esto  no le resulta una tarea sencilla.  Lo que él necesita es un verdadero intérprete, no un simple oyente y ahí es donde vienen las complicaciones. Para desarrollar el arte de la hermenéutica se necesita tiempo y en el mundo humano de la inmediatez, nunca hay tiempo.
El gatite, que es un ser bastante sentimental, se frustra al no encontrar quién lo comprenda y entonces se resigna a tener que traducirse el mismo a lenguaje humano. Traducción completamente torpe como cuando queremos traducir nuestros pensamientos a un idioma que no conocemos muy bien. Hasta comete errores en acentuaciones que provocan un poco de risa y cierta ternura.

Es necesario decir, para ser justos, que no es fácil ser gatite en un medio tan lleno de humanos. Y esto porque aun cuando se  muevan parecido a nosotros, como si fuese uno más, el gatite es un "entre" y nunca tenemos que olvidarnos de eso. Es una modalidad del “entre”, cosa que lo hace interesante, incluso atractivo, al mismo tiempo que lo comvierte en un verdadero extraño. Porque al ser tan parecido a los humanos, uno se ve tentado a dejarse llevar por las literalidades y entonces no comprenderlo en lo absoluto.
Pobre gatite! Se frustra tanto de tener que explicar-se una y otra vez que sin darse cuenta cae también él en la literalidad de la cotidianidad humana.

El lenguaje del gatite es pura metáfora, poesía en crudo, casi como el sueño de un sueño. Y eso, así de cursi que suena, es lo que eleva aun más el nivel de complicaciones. Porque hay tantos lenguajes como gatites en el mundo, es decir que no hay dos que hablen el mismo idioma. Por lo que ni siquiera tienen la posibilidad de una compañía hibrida con alguno de su misma especie de modalidad.

lunes, 20 de diciembre de 2010

estereotipos y estereominas.

Las estereominas: 
Las minitas por lo general se dejan el pelo largo para poder dibujarse un bucle con el dedo y ponen carita de tontas mientras un tipo las mira. Ellas siempre están dispuestas al amor, viven enamoradas las minitas, gustan de ser conquistadas permanentemente y escuchar palabras lindas saliendo de la boca de casi cualquiera, porque en realidad lo que ellas quieren es que las traten bien, que les miren las piernas y las inviten a comer. Se predisponen con alegría al rum rum de la conquista, eso es lo que las hace tan adorables, se arreglan, se peinan, se perfuman y hasta son capaces de hablar de política si la ocasión lo amerita. Ellas siempre tienen estrategias y ases guardados en las mangas de sus camisas coloridas.
Usan polleritas cortas o jeans muy ajustados acompañados siempre de  camisas de colores claros que destaquen su decencia angelical, porque las minitas mueven el culo, si, pero quieren que las tomen en serio, y ya no saben cómo hacer para que el mundo entienda que ellas no son chicas de una noche.
Las minitas se juntan y salen a tomar algo, piden siempre tragos tropicales con edulcorante para no engordar, hablan de tipos y de angustias cotidianas, se rien fuerte, sin mostrar por completo los dientes y se tocan el pelo por las dudas que ande por ahí cerca algún tipo que las mire.
Ellas saben muy bien que una vez asegurada la conquista, el tipo se va a olvidar de los poemas y de las cenas, que va a ser un simple tipo que a lo sumo les cambia la lamparita que se quemó en el baño y que de seguro les romperá el corazón y no volverá a llamarlas. Pero a ellas les gusta tenerlos cerca para tener una excusa para llorar mientras se pintan las uñas, hablar por teléfono por horas sobre sus penitas de amor, zapatos y las conchudas de la oficina.

  
Los estereotipos: 
Los tipos no creen en el amor, eso es cosa de minita, pero son capaces de  escribir poemas incluso con tal de  enamorar alguna. A los tipos les gusta que los necesiten y saben muy bien, porque se los vienen diciendo desde el primario, que las minitas no pueden hacer nada sin ellos, por eso se entrenan en cambiar lamparitas sin tenerle miedo a la electricidad y arreglar los cueritos de las canillas que no cierran bien. Ellos siempre se muestran despreocupados  y cuando no saben qué es lo que tienen que hacer fruncen el ceño, se rascan la cabeza y dicen con tono de misterio "habría que verlo".
Los tipos salen a correr para mantenerse en forma, ellos no van al gimnasio, en primer lugar porque el gimnasio es para putos y además porque en el parque siempre hay minitas que salen a pasear al perro y que esperan pacientemente ser conquistadas por tipos atléticos y chivados.
Los tipos siempre están apurados y mantienen sus agendas cargadísima de cosas que podría hacer mañana o hasta incluso nunca, y es que ellos disfrutan de andar a las corridas y tener muy poco tiempo. De ese modo un tipo se asegura que entiendas que sos importante si él se hizo un hueco en la agenda para verte y que no tiene que sentirse culpable por irse apurado, sin abrazarte.
Los tipos se juntan con amigos juegan a la pelota y después toman cerveza y comen mani y hablan de las minitas que se cojieron o de las que se quieren cojer, dejan en claro que no les importa el amor y pueden pasar horas hablando de una parte del cuerpo de la minita, porque al tipo objetivar de manera creativa un culo le hace merito para ponerse otra estrellita en el cuello de la camisa.


Ni las minitas ni los tipos son peligrosos en si mismos y de hecho son fácilmente detectables y a lo sumo un poco aburridos, la macana está cuando uno se encuentra con especímenes que han fusionado muy bien estas características tan disímiles. Ahí si, que desconcierto, porque uno no sabe si escribirles poemas o pedirles que cambien el cuerito de la canilla que gotea, pero se ve tentado a hacer las dos cosas.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

res extensa.

Quiero irme, no se a donde pero quiero irme, lejos. 
Buenos Aires me mata, su ritmo, su hacinamiento, su locura, sus luces, su excesiva humanidad, me mata. Buenos Aires no es para mi, pero se me hizo  tan carne que no se donde empieza ni donde termina.

Nunca me asustó la marginalidad, entro y salgo cuando quiero, cuando quiero. Con esta carita de nena buena, con este vocabulario enriquecido por mi educación luterana, con estas tetas y con los kilómetros de calle que tengo encima, entro y salgo cuando quiero, cuando quiero.
Cuatro bolsas nos tomamos el viernes, nunca había tomado tanto y si hubiese sido por mi seguíamos pero el cajero no quiso entregar más plata. Una vez más el sistema tuvo que indicarme la “normalidad” y tuve que parar. Quería seguir, quería irme, a no se donde, pero quería seguir, treparme a un árbol, andar por los techos. No sentía calor, ni frio, ni dolor, ni nada, no sentía el cuerpo, no tenía cuerpo. Había logrado lo que Descartes buscó por mucho tiempo en sólo una noche y cuatro bolsas. Escindida completamente, escindida y con cuerpo de mujer, tentadora, una gata cuando quiero y con cuatro bolsas una gata en celo, oscura, terrible, con las patas llenas de brea. Una sonrisa, de esas bien mentirosas, dibujada en la cara, mi cara que para ese entonces no era ni mía ni de quién me miraba, no era de nadie. No tenía cara, no tenía cuerpo, estaba ahí pero no estaba, estática, con la sonrisa dibuja y los ojos para adentro, con tantos pensamientos juntos que no pensaba en nada. Por suerte. Con todos los disfraces juntos, todos juntos, desprolijos, amontonados sobre mi cuerpo, un cuerpo que no era mio, ni de nadie.

Buenos Aires me mata,  de a poco y con muertes cada vez más dulces. Con su permanente compañía tan ficticia como sus luces, con su abundancia, sus bocinas, sus millones de alfombras para barrerles debajo.  Buenos Aires no es para mí, pero también soy yo y entonces no puedo dejarla, donde vaya estará, con la sonrisa burlona dibujada en una cara sin forma.

Quiero irme, no se a donde pero quiero irme, lejos. No escaparme, esta vez, sino irme. 

(para m. entre lo oscuro, lo grotesco y lo hermoso que tiene andar caminando con el corazón en la mano)

sábado, 11 de diciembre de 2010

realismo (a dos voces).

Mi nenita está agotada, se la nota muy cansada, con respiraciones profundas, el pelo algo revuelto, quiere dormir, lo se, quiere dejarse vencer por el sueño. Pero estoy despabilada y algo aburrida, no quiero que se duerma, quiero que esté ahí para mí. Le acaricio despacio las piernas peludas, le subo un poco la pollera, que le deje puesta todo el tiempo, le rozo como quien no quiere la cosa su agotadísima pija que, ahora, es más que nada un poema de amor.
Quiere dormirse, lo se, pero no voy a dejarla. Todos los movimientos son suaves pero cuando la veo irse le hablo y la hago reír, me mira con los ojos semi abiertos, quiere dormir, pobrecita no voy a dejarla, yo no tengo sueño así que tampoco ella se va a dormir. Le pido que me cuente una historia, quiero escucharla hablar con su voz suavecita, esa voz que se va perdiendo cuando uno quiere dormir.
Ella es tímida para arrancar, le cuesta arrancar, pero cuando se larga no la frena nadie, solo hay que saber preguntar, como a todos, entonces le pregunto, quiero escucharle la voz suavecita: “hiciste alguna vez un trio?” Abre los ojitos cansados, ahora tienen esa luz que se pone en los ojos cuando se recuerda algo lindo. Sonríe y arranca.
Me cuenta la historia más excitante que le escuche hasta ahora, siempre con la voz suavecita, siempre con los ojos entre abiertos, pero cuando me mira, cuando hace como si nada mientras le toco el pelo intentando arreglárselo, veo en sus ojos ese brillo de fantasía y recuerdo que me gusta tanto. Me atrapa enseguida con el relato, me enciende y se muy bien que cuando lo termine, voy a volver a atacarla. Lo se y ella también lo sabe. Tal vez por eso hace tan larga la historia, le pone tanto detalle, porque mi nenita es tímida, si, pero no tiene un pelo de tonta, quiere jugar también conmigo, quiere hacerme esperar, y yo la dejo, no la interrumpo mientras me cuenta, ya habrá tiempo.

“viaje por el sur, había armado grupo en el micro en bs as, fuimos por distintos lugares, llegamos a Bariloche y fuimos a bailar todos juntos. El lugar: tres pistas, tres pisos, se llama o se llamaba CLANDESTINO, pista de arriba: rockn and roll, abajo latino con recitales y todo, abajo (un sótano) una luz roja un pequeño escenario y música muy sensual. Quedaba cerca del baño, era una tentación, mientras esperaban para ir al baño pispeaban. Yo vi el lugar y ni mee, me metí. Había tres sillones, me senté en uno. Los que vinieron conmigo me miraban espantados, no sabia porque ni me importaba. Me tome una cerveza grande de litro en vaso, cuando se acabo cerré los ojos y tenia otra. Magia? No, una rubia, 35 años. Se me sienta al lado, me rio y le digo gracias. En el sótano había unas 20 personas y 5 mirando afuera. Abro los ojos  y la veo a la rubia de nuevo, solo que esta vez besando a una morocha de pelo corto, su pareja. A lado un pibe de 18 añitos, semidormido, muy drogado. Al lado de él un pibe morochito vestido de nena, sin tetitas nada, hablando con un oso. Miré para atrás y bailaban todos, se cojian con las piernas, con los ojos, se penetraban todos con las miradas.
Había un pequeño escenario, y las dos chicas empiezan a bailar y besarse ahí, se amaban, lo se. Yo, estaba feliz, no la tenía parada, era feliz.
Cuando termino el tema, viene la rubia se me sienta y me pide cerveza, mete su mano en mi pierna y me dice “hola”, solo eso. Le convido su cerveza y se me sube en las piernas. Mire a su dama, me miró fijo, nunca sentí el celo de una mujer sobre otra así jamás, me quemaba. Entonces le dije al oído “o viene ella o te vas”. La llamó, ella se negaba con la cabeza (para reafirmarse le mordió el culo al travita que estaba regateándole al oso unos dolares por un pete). Entonces ella me dice “ahora viene”. Mete su mano entre mis piernas y me dice  algo así como “quiero pija de carne” No se. Entonces sentada en mis piernas, su mano en mi pija semi erecta,  me dice “a esa puta le gusta esto” y me empieza a besar, nos besamos mucho, pareció mucho. Sentí voces, festejos, música, gente que se acercaba, vibraciones y una presencia, parada estaba la pareja, mirándonos, pero su mirada era otra, lasciva. La espié, entonces le saco la boca a la rubia  y le digo a la otra “veni”, se acercó y ella la beso, un hermoso beso y después nos besamos los tres.
Al rededor todo era una gran fiesta, el travita había desaparecido con el oso, el pibito dormía y el resto, yo sentí, que se penetraban como antes, pero estaban celosos.
Empezó un cuarteto de Rodrigo, estaba de moda y a la pista los tres, ya en el escenario chiquito ese, bailo con las dos, las beso, nos apoyamos, nos tocamos, éramos uno sentía. Después de bailar un buen rato, todos transpirados, la rubia quiere ir al baño y me agarra de la mano. Eran unos baños con puertas como las del lejano oeste, esas que son de madera y se abren de a dos. Hacemos poca cola y entra, yo me quedo afuera, me dice “veni boludo”, me mete adentro, era de dos por dos. Se baja los jeans, hermoso vello púbico, se agacha sin tocar el inodoro y mea adentro, yo miraba, fascinado. Termina  de mear, yo creo que sacudió la concha pero no me acuerdo y me agarra la mano, la mete en su boca y con su mano me desabrocha el pantalón se corre, me hace pasar se pone en  mi espalda, yo mirando el inodoro, me la saca y me dice “mea”. Primero mee la pared, estaba parada, nos reímos, pero ella quería sentir el chorro borbotear, sentir la pija moviéndose, la acomoda bajándola y meo, me agarra la mano mojada por su boca antes y se la mete en la concha, yo de espaldas meando. Dejo de mear, me la sacudo y ella me la suelta. Cuando meas siempre se baja, siempre, será por eso que cuando voy a darme vuelta para besarla, se agacha, me baja mas los jeans y el boxer y me abre la cola, mete su lengua y al toque se me para (no me beso mucho, pero fue mi primer beso húmedo, bien negro). Me da vuelta, la agarra firme, la mira, me mira y me dice “que envidia te tengo” y me la empieza a chupar. Empiezan a golpear la puerta “que se mean” “que dale” “que apurense”, nos reimos, nos subimos todo, y salimos juntos. Volvimos al sillón, estaban todos de nuevo, la pareja, el travita, el oso (mas relajado), y el pibito dormido totalmente. Nos fuimos todos en el auto del oso a la casa de la pareja de la rubia, ella era puta, trabajaba de eso.
Cuando llegamos, entramos a un cuarto, la rubia, su pareja y el pibe que estaba muerto, lo tiraron en la cama, le decian cosas dulces al oido, lo acariciaban las dos. Le decían “a dormir bebe” y lo dejaron en bolas en el costado de la cama, boca abajo, era un bebe, lampiño. La morocha me preguntó si me gustaba cuando me vio mirarlo, yo le dije algo que me salio del alma "me da piedad", ella se enterneció ahí, lo se, lo presentí y además me dio un beso en la boca. Entonces me empiezan a besar, las dos, una desnuda la otra vestida. La morocha jamás me toco el pito. Me besaba y a ella y los tres, pero le atraía ella, cuando la rubia se subió arriba mió ella le chupaba la cola a ella pero a mi los huevo no ni el culo nada. Me acariciaba las piernas, pero era con ella, había amor ahí. La rubia me monto, acabamos y después me la chupo, acabé otra vez, nos besamos los tres con mi leche y me dijeron, “sentate ahí” se besaron los cuerpos como nunca y el muertito solo recibía dedos en su culito, se lo metía una, se miraban y se reían. El pibe se movía como si fueran moscas, pero nada, le podrían haber metido un cargamento de pijas y nada. Ellas acabaron, y me dijeron “veni acostate” me puse a la izquierda de la rubia, la rubia al medio,  la morocha derecha y el muertito casi al borde a la derecha. Después de un rato, entró el trava en bolas y me dijo “te abro?” me vestí y me fui.

Me encanta escucharla, me gusta verla así, cansada y contándome una historia a la que le sobran detalles.
Sólo ella, mi nenita/hombre es capaz de contarme un relato protagonizado por putas, travas, osos y drogoncitos, destacando el amor de las miradas, la belleza del momento, la ternura que le despertó un culo lampiño. 
La escucho atentamente, tengo la certeza que no me equivoque con ella.

viernes, 3 de diciembre de 2010

bio-política-punk.

No me voy a poner a discutir ahora sobre el instante preciso en el que comienza la vida, tampoco sobre el suspiro último que determina con exactitud el aparecer de la muerte, eso ahora me resulta poco importante. No voy a intentar escupirles con lagrimitas pelotudas mis propias miserias del pasado para convencerlos de una puta nada, ni quiero discutir giladas heteronormativas, catolicotas ni mucho menos feministas. Pero acabo de salir a la calle a buscar cigarrillos y cerveza, compañeros infaltables de un viernes a la noche y se me crisparon hasta los pelos del culo cuando ví en la luneta trasera de un colectivo un cartel enorme con la cara de un niño blanquito y saludable que decía: “si a la vida, no al aborto”

No voy a intentar desentrañar quién tiene la razón, no me interesa darles ni un centímetro a los feligreses chupacirios, pero me pregunto, simplemente me pregunto: de qué me están hablando?
Una sociedad contaminada de batallitas pelotudas de las que nadie sabe nada  pero todos opinan, se informan y discuten, donde prima la inmediatez, las promesas de papitos buenos, de Mesías privados que nos libren de todo mal, que se acostumbró a hacer dialéctica de la mierda y entonces comen caca de la caca, donde el amor es entendido como una posesión más que se puede comprar y vender muy al estilo mercado libre, donde se pide a gritos ser tratado como títere, donde todos fuimos tan amarretes que en el mercado de las caretas nos compramos una sola y la usamos para siempre, la lavamos todas las noches y nos la ponemos todas las mañanas, toda desgastada, carcomida por el tiempo.

Hubiese preferido encontrarme con otro mensaje en la luneta del bondi, hubiese querido, y tal vez me cagaba de risa, que atrás del bondi se lea: “contra el aborto, coja por el orto” y que en vez de un niño saludable la foto muestre un tipo con las nalgas bien abiertas esperando el pijaso de alguno, preferentemente si ese otro se mostraba con los pantalones simplemente abiertos, el cinturón colgando, la camisa apenas levantada y la desesperación en la cara de querer penetrar bien duro a ese otro buen cristiano. Lo hubiese preferido porque además de subliminal y simpático, hubiese sido “gay friendly”, es decir, políticamente correcto y actual.
Pero no, en la luneta había una foto de un nene bien y decía “si a la vida, no al aborto” con un fondo rojo de placa de crónica tv. En el mismo bondi en el que nos subimos cada mañana con un tarrito de vaselina en la mano para que nos la den bien por el culo con la única careta toda gastada que tenemos.

Vayan a tomar por culo enfermitos moralistas que seguro les va a gustar y de seguro también van a encontrar alguna oración que los libere de todo mal, culpa y cargo. Dejen que decidamos solitos qué hacer con nuestras heridas y recuerden que para que un mensaje prenda en el público siempre es mejor acompañarlo de tetas, pijas  y culos. 
Aprendan! 

miércoles, 1 de diciembre de 2010

oda a (mi) Esperanza.

Esperanza siempre fue una mujer de esas que las malas lenguas llaman "chica fácil", pero Esperanza no es ni chica ni fácil. Es una extraña conjunción de voladaditos y cadenas, cuando no está planchando los volados, arrastra o golpea las cadenas. 
Esperanza siempre tuvo las tetitas chicas y siempre hizo de todo para que se noten. Ella usa musculosas ajustadas en invierno y no teme mostrar sus timbresitos porque es la mejor manera que encontró para demostrarle al mundo que es una mujer completa. 
Casi todas sus frases comienzan con un "mira, yo te voy a explicar..." y por lo general las termina con un "entendes?" pregunta que no es retórica, sino que busca con sinceridad una respuesta. Porque ella, no habla sino que explica todo el tiempo y quiere asegurarse que la están siguiendo. 
Nunca conocí una mujer tan segura y decidida como ella, una mujer con la mirada tan oscura y la sonrisa más bien clara, llena de burla, eso si, a los kilómetros de pasado que tiene encima. 
Siempre me hace reír porque pelea todo el tiempo, cualquier tópico de la conversación más cotidiana se convierte para Esperanza en un ring donde dar pelea. Saca de la manga argumentos de los más insólitos y si no la gana la empata pero nunca se queda callada. 
Muchas veces quise conquistarla, no lo voy a negar ahora, pero ella sabe muy bien qué es lo que quiere y no la convencen los suplementos o similares. Ella entendió hace rato esto de la carne. 
Así y todo, Esperanza me sigue el juego y me quiere como pocas. Me saca de a bocados las angustias del momento y me deja con la panza llena de alguna interpretación apocalíptica del mundo (donde de seguro ya tiene algún plan para salvarnos) o de pura curiosidad y simpleza. 
El otro día, por ejemplo, mientras me enseñaba a hacer ñoquis y acompañaba cada uno de los rulitos de masa con un "así, ves?" hablamos abiertamente de prácticas sado-masoquistas. Ella me hacía preguntas con el ceño fruncido de querer entender y yo me mataba de risa cuando le salió decirme con cierto asombro "mira, yo te voy a explicar, el jengibre es una raíz que genera calor y sirve para curar resfrios, pero si me decís que también sirve para el culo voy a tener que comprar más, entendes?" 
Esperanza es de esas mujeres que cualquiera quiere tener para siempre en su cama, pero ella es jodida y no la comparte por más de un ratito con nadie. 
Yo, la verdad, me conformo y soy feliz simplemente con que me comparta de a ratos el don que tiene de explicar casi todo y sacar sonrisas de esos ojos oscuros. 


jueves, 25 de noviembre de 2010

zoología fantástica.

Fisiología del gatite:

Los gatites son un modo de ser entre el felino y el humano, son seres extraños que te generan ternura, cierta empatía y una pizca de odio profundo.
Tienen un lenguaje en el cuerpo, que aunque parecido, se traduce muy distinto al nuestro. Con el gatite uno tiene que desaprender lo aprendido y reinventarlo todo de nuevo.  
Ellos  primero te observan, te miran fijo, como si no miraran nada y te observan, ven en diagonal todos los detalles, anticipan movimientos. Hacen parecer que no es interesante nada de lo que miran, que nada los conmueve, están ahí simplemente expectantes, agazapados sin la necesidad de poner las orejas para atrás, agazapados todo el tiempo.
Necesitan observar, oler, anticipar por sobre todo, tener siempre una garra a medio sacar, alguna uña ansiosa, lista para salir.
Son engañosos y por eso también muchas veces  mal queridos. Aquí los humanos no apreciamos el engaño, sólo vemos en él lo negativo, y no es difícil de creer porque por lo general sólo ponderamos los resultados olvidándonos de los  procesos. El gatite en cambio,  es un ser que realmente entiende de procesos, es un ser que encuentra en el engaño sutileza, elegancia, elaboración, jugando siempre con lo que puede ser y con lo que es.
Tienen muy desarrollado, al igual que sus primos hermanos,  el desapego, y para ellos al contrario de lo que significa para nosotros, eso no se traduce en abandono o una excusa para no poner el cuerpo. Los gatites están ahí hasta que deciden irse y están ahí con todo el cuerpo, ronroneando, gustosos, mostrándonos su panza peluda,  recibiendo y dando todo lo que hay para recibir y dar en el momento. Después, por lo general sorpresivamente, se van y no miran para atrás, no nos hacen novelita, se van y no sienten culpa, se vuelcan a hacer sus cosas, hasta que realmente les da ganas de volver y entonces vuelven, así sin más, sin plantearse ni sentir nada. Tienen como un timer en el cuerpo que cuando se activa, por mucho que uno haga, salen rajando hasta que les vuelvan las ganas de ronronear.
Estos seres en realidad no tienen  nombre, pero si te quieren responder, responden a casi cualquiera que le pongas. Es una cuestión empático-fonética, una cuestión de energía y configuración de escorzos.
A los gatites no hay que tenerles miedo, sólo paciencia. 

martes, 19 de octubre de 2010

catarsis.

Hoy quiero cagarle la boca a todos los idiotas que de tanto estar quietos se han ido oxidando, a todos ellos que han querido imponerme su mierda kantiano-freudiana de vulgata decadente y después, por detrás, a escondidas, se hacen cojer por un trava con la chota bien grande para sentirse más vivos.
Quiero tirarme un pedo enorme e impregnar con olor nauseabundo la ropa de todos los tibios que para no lastimarse no hacen ni dicen nada más que lo justo y necesario, los que se conforman con las migajas resecas que van juntando del piso cuando nadie los está mirando.
Quiero romper en diez mil pedacitos al instinto maternal con sabor a propaganda de pañales y dejar en libertad al instinto asesino, que me crezcan los colmillos y chuparle la sangre amarga a los putos chupacirios que tienen miedo de entregar el culo y se masturban rapidito mientas escuchan a Arjona.
Quiero deshacerme de la culpa, cagarla a latigazos, quiero disfrutar con cada gota de sangre que chorree la puta culpa, aniquilar la piedad, la falsa modestia, la tolerancia y todos los buenos pensamientos de quienes venden, a los gritos, pescado podrido.
Quiero ponerle candado a los armarios para que nadie salga ni nadie entre, vomitar todos los nombres y revolcarme entre el vomito y los armarios con todos los que se espatan pero bien que les gusta.
Quiero reirme y con la risa desprenderme de todo aquello que tragicamente y con cierta comodidad alguna vez llamé YO y asumí como personaje eterno.

domingo, 17 de octubre de 2010

oniromancia.

Esa noche había dormido con Martín pero me levanté al lado de un hombre muy viejo y bastante desagradable.
Le pregunté con mucha dulzura, más de la habitual en mi, si esa tarde tenía que trabajar o si podíamos hacer algo juntos, el día estaba muy lindo.
Con cierta seriedad me dice que no, porque estaba cansado. Yo no entendí si me estaba diciendo que no iba a ir a trabajar o si no quería que hagamos algo juntos porque estaba cansado. No entendí pero no le pregunté nada.
Ya me estaba cambiando y hacía café, de repente sonó el timbre. Sabía que nos habían venido a buscar.
Subimos en silencio a un auto destartalado, no sé quien lo conducía.
Llegamos a una casa, no decía mucho por fuera. Bajé del auto y en silencio cruce un pasillo largo con olor a humedad.
Dí a una puerta de chapa y vidrio, cuando la abrí estaba Martín subiéndose los pantalones y una vieja horrible, muy delgada, toda arrugada y con el maquillaje corrido, fumando en lencería que parecía más un chiste que algo erótico.
Me puse algo ansiosa, ellos se apuraron y subimos todos al auto, en silencio.
El viejo con quien desperté conducía, la vieja de Martín estaba de acompañante y nosotros quedamos ubicados atrás en el medio de dos personas que no podía distinguir.
Martín escribía en su celular mensajes que yo podía leer pero ahora no recuerdo.
Para esa altura mi incomodidad había crecido y se transformó en malestar. Martín se dio cuenta de eso, intentaba consolarme con los mensajes de su teléfono, ya no entendía qué decían.
El auto se movía. Martín, sin despegar la mirada de la pantalla y con un tono bastante seco me pregunta: "Cuando fue la primera vez que pensaste en suicidarte?"
Sin pensarlo demasiado le respondo: "a eso de los 11 o 12 años"
"Yo también" me dice simplemente.
La vieja de adelante, la que había estado con Martín, la que seguía fumando y cada vez parecía más desagradable, se da vuelta y nos dice "ya saben a donde van entonces?"

martes, 5 de octubre de 2010

falsacionismo.

Pegame, más, si si, más fuerte! Le termino diciendo entre gemidos de putita caliente.
Corroboración empírica; la realidad supera la ficción, y si hay algo bueno en eso es precisamente la perdida de control. No todo puede calcularse y uno se encuentra haciendo, diciendo, pidiendo e imaginando cosas que tal vez nunca hubiese podido pensar.

Y es que para mi eso es Omar, un portal hacia lo desconocido. Una conjunción de millones de "no" que, cada vez más rápido y facilmente, se van convirtiendo en un gran "si" acompañado de gemidos que nunca me había escuchado. Es una montaña rusa Omar, de esas que van despacio pero aun así te hacen sentir vértigo en la panza.
Él se rie cuando le digo que para mi todo tiene sabor a nuevo, él se rie con esa risa de quien no entiende, no cree o simplemente no le importa. La misma risa que tiene cuando me golpeo la cabeza una y otra vez contra la pared mientras me clava, literalmente, la pija tan dura y tan profundo que me hace olvidar por completo de mi reticencia a la penetración.

Ya lo vas a pedir por favor, me dice y no sólo le creo sino que además viajo mentalmente hacia un lugar donde no puedo ni quiero (verdadera novedad) controlar absolutamente nada.

martes, 28 de septiembre de 2010

escorzo.

"yo no puedo"

modosita
respetuosa
comprensiva
compañera


adaptable
estructurada
pizza al molde
luna llena
relajada,

sinvergüenza

"animate"

altanera
puta vieja
puta nueva
varonera
siempre joven

chiquitita

peleadora
siempre poco
compulsiva
demandante
nada mucho
excesiva

"yo me animo"

soñadora, impulsiva
inconforme, reflexiva
resignada
aplicada
tolerante
cariñosa

"animate"

mentirosa
fabulera
rompe bolas
chupa pija

rencorosa
maricona

todo ahora
caprichosa

"yo quisiera"

interesante
desenvuelta
temeraria
nada es mucho
todopuedo
siempre ahora


domingo, 26 de septiembre de 2010

dialéctica. amo-esclavo.

sábado, 25 de septiembre de 2010

juegos de lenguaje.


Sacate la ropa, hacelo despacio, dejame mirarte.
Cada vez que te miro pienso en lo mucho que me gustaría quedarme acá para siempre, perderme en tus tetas. Nadar en el mar lechoso de tus tetitas blancas, para siempre.
Que lastima que las mujeres griten tanto. Siempre gritan, se ponen demandantes, caprichosas, quieren que las escuhen, que las entiendan, que las consuelen, generalmente por una angustia que ni siquieran saben, quieren que adivinemos su agustia, que le pongamos un nombre, que se la enseñemos y luego que las consolemos por ese sufrimiento del que ni siquiera saben.
Quedate quieta, correte el pelo de la cara, dejame mirarte.
Me gusta que tiembles, me gusta recorrer tu cuerpo, reconocer tu ansiedad, me gusta saber qué es lo que estas esperando.
Que lastima que no te entiendo. Vos pensas que si, me ves parecida y pensas que si, pero no te entiendo. Evidentemente no hablamos el mismo idioma, pero no me importa. Me gusta tanto verte temblar, me gusta tanto perderme en el mar lechoso de tu cuerpo desnudo.
Te pellizco despacio, te muerdo un poco, te hago cosquillas, te hago reir, te consuelo por lo que sea que te este angustiando ahora. Y hacemos de cuenta que estamos jugando al mismo juego, hacemos de cuenta que conocemos las reglas.
Ponele el nombre que quieras, a mi no me importa.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

planificación in situ

1
2
3
4
5
120, 120 puñaladas en el orto, 120 pijasos para romperle bien el culo, ni uno más ni uno menos.
25
26
27
podría acabar después, pero no, mejor no o no se.
38
39
40
podría mejor darla vuelta, podría también obligarla a que me la chupe, bien despacio por unos 5 o 10 minutos para darle con furia y bien profundo durante unos minutos más. ahí, tal vez podría acabar.
72
73
me gustaría que se calle, o que grite con más fuerza...
80
81
Voy a darle unos buenos chirlos para que grite con ganas.
90
91
10, exactamente 10. del 95 al 105.
97-3
98-4
me gustaría que se calle la boca, ahorcarla, que se calle la boca. sólo voy a tirarle muy fuerte del pelo.
105-10
y los últimos vienen con más fuerza.
110
111
.
.
.

sábado, 11 de septiembre de 2010

las obras del amor

-Sabes lo que sos vos? una mal cojida. una puta que de puta sólo tiene lo jodido.
Anda a lavarte las tetas huesuda de mierda! hacete cojer por un vagón cargado de pijas rebalsadas de leche.
Vos lo que tenes es el culo lleno de preguntas, traga leche. no te hagas la frígida conmigo petera furiosa que a vos te gusta más la pija que el dulce de leche con mendicrin.




-Soy mujer porque tengo conchita y tetas, bastante grandes debo decir, las cuales me gustan porque me hacen sentir mucho y muy lindo.
Soy mujer porque a veces lloro y grito, me encapricho y de vez en cuando uso pollera con tablitas.
Soy mujer porque cuando camino pongo derechitos los hombros y zarandeo el culo de aqui para allá.




Si un putito y una torta garchan, se curan mutuamente o magnifican su desviación?




Vos no sos nadie me dice y es verdad pero él tampoco, somos dos nadies somos la nada misma.
Nos torturamos porque no podemos, nos flagelamos mutuamente por no querer. Será cierto que no podemos querer o simplemente no podemos querernos?
Nos sentimos enfermos y por eso nos necesitamos, no queremos estar solos y nadie, ni siquiera nosotros, está dispuesto a estar a nuestro lado.
Cómo no voy a entenderlo, claro que lo entiendo y hasta quisiera abrazarlo decirle que no pasa nada, que todo está bien así como está aunque lo único que me salga en este momento sea escupirlo, gritarle, odiarlo con mucho odio y del completamente verdadero.
Lo odio porque no lo quiero, aunque quisiera abrazarlo, pero no lo quiero y él tampoco.
Somos los únicos capaces de soportar nuestra vergüenza, por eso nos perdonamos todo, por eso nos hacemos las peores cosas, por eso nuestro amor es tanto odio.
No queremos ni podemos estar solos, estamos enfermos, pero nadie quiere cuidarnos, nadie quiere acercarse. Nos abrazamos y nos consolamos, masticamos juntos nuestro odio, nuestra repugnancia mutua, todo sea por estar acompañado.
Quisiera estar lejos, quisiera no verlo, quisiera que no me recuerde más eso que soy, quisiera matarlo y enterrarlo muy hondo, pero no puedo dejarlo. Somos los únicos capaces de soportar nuestra vergüenza, somos los únicos capaces de no escandalizarnos y perdonarnos todo.

jueves, 9 de septiembre de 2010

fantasías pretéritas pluscuamperfectas.

Personajes con quienes hubiese tenido sexo sin dudarlo:

- Tita Merello. Antes iríamos a hacernos un papanicolau juntas. Tal vez nos terminaríamos enroscando con el/la ginecologx.
- Hanna Arendt. Post-coito hablaríamos mal de Martin.
- Eva Duarte y Juan Domingo Peron. Un trio maravilloso, donde el único sumiso pasivo sería el General.
-Cacho Castaña y el Facha Martel. En la época de sexo drogas y rock and roll. Probablemente no nos acordaríamos de nada y nos despertaríamos con resaca, pero que bien que la habríamos pasado!
- Los Ramones y los Pistols. Todos juntos sino no tendría gracia.
- Coca Sarli. De ella me enamoraría y seguramente terminaría con el corazón roto.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

ética inautentica

"nomeimportaunpitotuproblemamaria" me lo repito una y otra vez, como un mantra, mientras María habla y habla sin parar.
Me apago por dentro mientras María sin puntos ni comas me come el coco con los más diversos tópicos.
Lo único que escucho al vuelo es una larga cadena de "yo" que María pone al comienzo de cada frase.
Será que vemos lo mismo, me pregunto mientras María, con sus infinitas neurosis y sus ojitos pintados, siempre iguales, con el mismo color y el mismo rayón de temblor de pulso en el ojo izquierdo, acomoda las sillas.
Sonrío y le digo que si a casi todo lo que María me dice, sin que a ella tampoco le importe demasiado porque me da la sensación que también se apaga, se pone en modo "piloto automático" y se mantiene simplemente por la inercia de hacer de cuenta que la escucho.
Que difícil es estar solo, reflexiono mientras abrazo a María y le digo "hasta mañana".

domingo, 5 de septiembre de 2010

the dark side of Felipe.


Respetame un poco menos Felipe. A vos quien te dijo que para sentirme querida me tenés que pedir permiso cada vez que me querés tocar una teta?

Insultame un poquito, tirame del pelo. Después si querés me decís que soy linda, que te gusta hablar conmigo y que te sentís más atraido por el intelecto de alguien que por su conchita. Después de me lo decís, pero primero hace lo tuyo Felipe, primero mordeme un poco y dame un chirlo en la cola porque te hice esperar mucho rato abajo en la puerta.

Que seas tan correcto y aplicado, tan al molde de lo que estúpidamente nos inculcan que es un verdadero caballero, me vuelve loca. Quiero conocer tu lado oscuro, quiero que me arranques la ropa, que me obligues a arrodillarme frente a vos. Quiero que te saques esa mascarita de nene bueno, quiero que seas mi wild Felipe wild.

imperativo categórico. iniciación.

Me la pasé pensando en como iba a ser. Me encanta cuando se genera esa ansiedad de esperar deseoso que algo suceda. Cómo los niños en navidad.
Habíamos hablado sobre el tema, habíamos incluso probado, creo que más que nada para ganar confianza, que sea yo el cordero atado. Pero me sale la dominación por todos los poros y a él evidentemente le gusta mucho más servir que ser imperativo.
Me la pasé pensando. Y es que aun cuando reviente de deseo, aun cuando sienta cada vez más que es eso lo que realmente quiero, me encuentro atada de pies y manos, esta vez sin cuerdas y sin consentimiento, a una tradición que nos llena de culpas, vergüenzas y limitaciones.
Me la pasé pensando. Y la verdad es que si bien mi excitación crecía con cada minuto que hacia que se acerque el encuentro, cada vez estaba más convencida de que no iba a poder hacerlo. Entonces me veía tentada a cancelar todo a último momento, a inventar una excusa y patearlo para más adelante o tal vez para nunca, nunca más.
Me la pasé pensando, casi ahogandome dentro de mi mar de dudas y ansiedad, hasta que tocó el timbre.

jueves, 26 de agosto de 2010

algunas veces nomas.

uno a veces se pregunta si esta mierda funciona y otras tantas si tendría acaso que funcionar, después de todo es una mierda.

uno a veces ve que el vaso está a la mitad, ni tan tan ni muy muy.
la tranquilidad y el aburrimiento a veces son tan parecidos.

martes, 4 de mayo de 2010

cómo materializar lo inmaterializable?


Pobre mi cielo santo, lo abrazo y lo aprieto tanto que si tiene, le van a salir las tripas para arriba.
Pero no quiero, no quiero soltarlo.
Pobrecito, le van a quedar las marcas en el cuerpo, si es que tiene.
O peor, mucho peor, me va a exigir que lo suelte, que lo deje en libertad.