domingo, 29 de enero de 2012

derecho de autor.

esas cosas que la experiencia me hubiese permito escribir, pero que alguien lo hizo primero y mejor. 


(las reinas ambiguas)
Algunas sólo fueron reinas durante las noches. Algunas jugaron a canjear corbatas con el sol y purpurinas con la luna. Intercambiaron montes de venus con pechos viriles como niñas indecisas entre besar a la muñeca o besar al primo. Algunas sólo fueron reinas que llenas de miedo se alzaron en un tembladeral de eyaculaciones tímidas y precoces. Movieron sus culos al compás de vergas subversivas y lenguas descontroladas. Algunas sólo fueron reinas fuera del horario de los bancos, como eunucos disfrazados de falsos jueces sin poder dormir del lado de la calma porque en sus habitaciones nupciales hubo siempre un filo de culpa que presagió la delación, el rechazo o el abandono. Algunas para ser reinas vivieron descuartizadas con un ojo en el deber y otro en el exilio. Reinaron sólo en tierras minadas. Calentaron sus manos en la hornalla de la sospecha. Fueron reinas ambiguas, su debilidad no fue otra que el no poder ser reinas a la luz del día. Con ingenuidad levantaron un largo muro para protegerse de las injurias y de ese muro surgió un ojo que las vigila.
(josé sbarra, marc la sucia rata) 

lunes, 23 de enero de 2012

resolución anticipadora.


se tomaron licencia las musas
huelen a  verano, 
ojotas transpiradas y  piel reseca, chamuscada.

veintres pajas me hice hoy, en un intento de suicidio
y diseminé sin semillas
todo eso que pensaba y no quería pensar.

como no morí
y seguía siendo domingo
leí, tomé te helado y escuché jazz.

Me sentí adulta.