lunes, 20 de diciembre de 2010

estereotipos y estereominas.

Las estereominas: 
Las minitas por lo general se dejan el pelo largo para poder dibujarse un bucle con el dedo y ponen carita de tontas mientras un tipo las mira. Ellas siempre están dispuestas al amor, viven enamoradas las minitas, gustan de ser conquistadas permanentemente y escuchar palabras lindas saliendo de la boca de casi cualquiera, porque en realidad lo que ellas quieren es que las traten bien, que les miren las piernas y las inviten a comer. Se predisponen con alegría al rum rum de la conquista, eso es lo que las hace tan adorables, se arreglan, se peinan, se perfuman y hasta son capaces de hablar de política si la ocasión lo amerita. Ellas siempre tienen estrategias y ases guardados en las mangas de sus camisas coloridas.
Usan polleritas cortas o jeans muy ajustados acompañados siempre de  camisas de colores claros que destaquen su decencia angelical, porque las minitas mueven el culo, si, pero quieren que las tomen en serio, y ya no saben cómo hacer para que el mundo entienda que ellas no son chicas de una noche.
Las minitas se juntan y salen a tomar algo, piden siempre tragos tropicales con edulcorante para no engordar, hablan de tipos y de angustias cotidianas, se rien fuerte, sin mostrar por completo los dientes y se tocan el pelo por las dudas que ande por ahí cerca algún tipo que las mire.
Ellas saben muy bien que una vez asegurada la conquista, el tipo se va a olvidar de los poemas y de las cenas, que va a ser un simple tipo que a lo sumo les cambia la lamparita que se quemó en el baño y que de seguro les romperá el corazón y no volverá a llamarlas. Pero a ellas les gusta tenerlos cerca para tener una excusa para llorar mientras se pintan las uñas, hablar por teléfono por horas sobre sus penitas de amor, zapatos y las conchudas de la oficina.

  
Los estereotipos: 
Los tipos no creen en el amor, eso es cosa de minita, pero son capaces de  escribir poemas incluso con tal de  enamorar alguna. A los tipos les gusta que los necesiten y saben muy bien, porque se los vienen diciendo desde el primario, que las minitas no pueden hacer nada sin ellos, por eso se entrenan en cambiar lamparitas sin tenerle miedo a la electricidad y arreglar los cueritos de las canillas que no cierran bien. Ellos siempre se muestran despreocupados  y cuando no saben qué es lo que tienen que hacer fruncen el ceño, se rascan la cabeza y dicen con tono de misterio "habría que verlo".
Los tipos salen a correr para mantenerse en forma, ellos no van al gimnasio, en primer lugar porque el gimnasio es para putos y además porque en el parque siempre hay minitas que salen a pasear al perro y que esperan pacientemente ser conquistadas por tipos atléticos y chivados.
Los tipos siempre están apurados y mantienen sus agendas cargadísima de cosas que podría hacer mañana o hasta incluso nunca, y es que ellos disfrutan de andar a las corridas y tener muy poco tiempo. De ese modo un tipo se asegura que entiendas que sos importante si él se hizo un hueco en la agenda para verte y que no tiene que sentirse culpable por irse apurado, sin abrazarte.
Los tipos se juntan con amigos juegan a la pelota y después toman cerveza y comen mani y hablan de las minitas que se cojieron o de las que se quieren cojer, dejan en claro que no les importa el amor y pueden pasar horas hablando de una parte del cuerpo de la minita, porque al tipo objetivar de manera creativa un culo le hace merito para ponerse otra estrellita en el cuello de la camisa.


Ni las minitas ni los tipos son peligrosos en si mismos y de hecho son fácilmente detectables y a lo sumo un poco aburridos, la macana está cuando uno se encuentra con especímenes que han fusionado muy bien estas características tan disímiles. Ahí si, que desconcierto, porque uno no sabe si escribirles poemas o pedirles que cambien el cuerito de la canilla que gotea, pero se ve tentado a hacer las dos cosas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

genia. es una descripcion tan perfecta , que da miedo.- Eduardo Noé