sábado, 11 de septiembre de 2010

las obras del amor

-Sabes lo que sos vos? una mal cojida. una puta que de puta sólo tiene lo jodido.
Anda a lavarte las tetas huesuda de mierda! hacete cojer por un vagón cargado de pijas rebalsadas de leche.
Vos lo que tenes es el culo lleno de preguntas, traga leche. no te hagas la frígida conmigo petera furiosa que a vos te gusta más la pija que el dulce de leche con mendicrin.




-Soy mujer porque tengo conchita y tetas, bastante grandes debo decir, las cuales me gustan porque me hacen sentir mucho y muy lindo.
Soy mujer porque a veces lloro y grito, me encapricho y de vez en cuando uso pollera con tablitas.
Soy mujer porque cuando camino pongo derechitos los hombros y zarandeo el culo de aqui para allá.




Si un putito y una torta garchan, se curan mutuamente o magnifican su desviación?




Vos no sos nadie me dice y es verdad pero él tampoco, somos dos nadies somos la nada misma.
Nos torturamos porque no podemos, nos flagelamos mutuamente por no querer. Será cierto que no podemos querer o simplemente no podemos querernos?
Nos sentimos enfermos y por eso nos necesitamos, no queremos estar solos y nadie, ni siquiera nosotros, está dispuesto a estar a nuestro lado.
Cómo no voy a entenderlo, claro que lo entiendo y hasta quisiera abrazarlo decirle que no pasa nada, que todo está bien así como está aunque lo único que me salga en este momento sea escupirlo, gritarle, odiarlo con mucho odio y del completamente verdadero.
Lo odio porque no lo quiero, aunque quisiera abrazarlo, pero no lo quiero y él tampoco.
Somos los únicos capaces de soportar nuestra vergüenza, por eso nos perdonamos todo, por eso nos hacemos las peores cosas, por eso nuestro amor es tanto odio.
No queremos ni podemos estar solos, estamos enfermos, pero nadie quiere cuidarnos, nadie quiere acercarse. Nos abrazamos y nos consolamos, masticamos juntos nuestro odio, nuestra repugnancia mutua, todo sea por estar acompañado.
Quisiera estar lejos, quisiera no verlo, quisiera que no me recuerde más eso que soy, quisiera matarlo y enterrarlo muy hondo, pero no puedo dejarlo. Somos los únicos capaces de soportar nuestra vergüenza, somos los únicos capaces de no escandalizarnos y perdonarnos todo.

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