martes, 19 de octubre de 2010

catarsis.

Hoy quiero cagarle la boca a todos los idiotas que de tanto estar quietos se han ido oxidando, a todos ellos que han querido imponerme su mierda kantiano-freudiana de vulgata decadente y después, por detrás, a escondidas, se hacen cojer por un trava con la chota bien grande para sentirse más vivos.
Quiero tirarme un pedo enorme e impregnar con olor nauseabundo la ropa de todos los tibios que para no lastimarse no hacen ni dicen nada más que lo justo y necesario, los que se conforman con las migajas resecas que van juntando del piso cuando nadie los está mirando.
Quiero romper en diez mil pedacitos al instinto maternal con sabor a propaganda de pañales y dejar en libertad al instinto asesino, que me crezcan los colmillos y chuparle la sangre amarga a los putos chupacirios que tienen miedo de entregar el culo y se masturban rapidito mientas escuchan a Arjona.
Quiero deshacerme de la culpa, cagarla a latigazos, quiero disfrutar con cada gota de sangre que chorree la puta culpa, aniquilar la piedad, la falsa modestia, la tolerancia y todos los buenos pensamientos de quienes venden, a los gritos, pescado podrido.
Quiero ponerle candado a los armarios para que nadie salga ni nadie entre, vomitar todos los nombres y revolcarme entre el vomito y los armarios con todos los que se espatan pero bien que les gusta.
Quiero reirme y con la risa desprenderme de todo aquello que tragicamente y con cierta comodidad alguna vez llamé YO y asumí como personaje eterno.

1 comentario:

Anónimo dijo...

no te enojes...